La vena artística la lleva en las venas pues tiene tíos y primos que se han dedicado a la música.
Miller, quien se desempeña como maestro de violín en el Conservatorio donde estudió, dice que su mayor satisfacción como artista es recibir el aplauso del público. “Uno siente tanto el calor humano y eso nos demuestre que lo que hacemos es algo bueno”, indica el violinista.
Su afinidad con Manabí
A MIller le gusta Manabí, y afirma que conoce de ella a través de la pianista portovejense Ligia Mendoza, quien también es maestra en el Conservatorio Nacional. “Ella siempre toca la música de su padre, Constantino Mendoza, que es un gran referente de la música manabita”, agrega Miller. Y Precisamente fue Ligia Mendoza quien lo invitó a participar en el homenaje que recientemente se realizó al compositor Constantino Mendoza, pero Miller aclara que no es la primera vez que viene a Portoviejo. “Estuve hace dos años aquí, con la orquesta sinfónica nacional”, expresa.
Su trayectoria
Pese a que hay una variedad Miller ingreso a la sinfónica nacional en el año 1995 y desde allí no se ha apartado de esta agrupación.
Hace poco la orquesta cambió de nombre, y ahora es la orquesta Filarmónica del Ecuador, pero Rommy continúa como uno de sus violinistas destacados. No está en sus planes dejarla porque dice que no cambia por nada la experiencia en este conjunto.
“En la orquesta he conocido mucha gente y he recorrido América y Europa haciendo lo que más me gusta”, puntualiza.