Los alumnos de las escuelas ubicadas cerca del cauce del río Manta se sienten afectados por los malos olores y la insalubridad. Maestros de estos planteles señalaron que con frecuencia los estudiantes sufren dolores de cabeza, náuseas y otros malestares atribuidos a la contaminación del río. Un estudio de la fundación Río Manta determinó que los niños de los sectores aledaños tienen parásitos intestinales.