La eventual conclusión del contrato con Porta, una empresa del magnate mexicano Carlos Slim, que tiene unos siete millones de usuarios de los diez que hay en el país, puede suponer la reversión al Estado de los activos de la empresa, cuya actual concesión finaliza en agosto próximo. La Secretaría Nacional de Telecomunicaciones (Senatel) deberá realizar una auditoría administrativa, técnica y legal en Porta con el fin de preservar la continuidad del servicio a los usuarios, mientras se hace cargo de ellos otra operadora, indicó Ecuavisa. El Estado deberá, en caso de revertir la concesión, compensar a Porta por las inversiones realizadas. Porta tiene alrededor de un 70 por ciento del mercado de telefonía móvil en Ecuador y, según declaraciones del presidente del país, Rafael Correa, tendría que haber pagado alrededor de 500 millones de dólares para la renovación por otros quince años de la concesión, con servicio añadidos de tercera generación (3G). Además de con Porta, el Conatel negociaba también la renovación del contrato con la empresa de origen español Movistar-Telefónica, que tiene alrededor del 30 por ciento del mercado, y alcanzó un acuerdo recientemente para otros quince años de operaciones en Ecuador. EFE cho-jc/txr/cs