Es así, pero hay que hacer ciertas consideraciones. Porque cuando se realiza labores de reforestación es muy importante la selección de las especies que se plantan; los técnicos prefieren devolver a la tierra las especies naturales, propias, porque se adaptan mejor y no causan daño a las tierras. En cambio algunas especies que se implantan como seres importados, porque no son naturales de estos suelos, se podría hacer más daño que bien. Tal es el caso de la teca, que siendo una especie de mucho valor en cuanto a su contenido de madera fina, es demasiado exigente con los nutrientes del suelo, los que son consumidos en amplias superficies por la disposición de las raíces de estos árboles. Ese también es el caso del eucalipto, tan generoso en madera y subproductos medicinales. Manabí debe emprender en una tarea permanente e intensiva de forestación, porque gran parte de su suelo ha sido descubierto por la tala indiscriminada de los árboles y la falta de racionalidad para devolverlos y realizar una explotación revolvente que reemplace los árboles talados con plantas nuevas. Una buena tarea anunciada es la de la replantación de la caña guadua, que siempre está cerca de las fuentes de agua. Por eso es importante que se difundan determinados conocimientos técnicos que permiten una selección racional de las especies que deben ser utilizadas para la reforestación; los campesinos de nuestra tierra saben que las especies locales son las mejores para regresar a sus dominios de las que fueron violentamente arrancadas. Entonces, será una excelente tarea la publicación de esas especies para las diferentes zonas manabitas. "Manabí debe emprender en una tarea permanente de forestación"