Chone no es la excepción cuando se trata de apagones, que en esta ciudad son continuos, lo que sumado al deficiente alumbrado público provoca la inconformidad de los habitantes.
Artemio Pazmiño señaló que la parroquia Santa Rita, donde vive, la mayoría de las calles está a oscuras por daños en las lámparas. Pagamos por este servicio y no lo recibimos, añadió.
Mientras que Joselo Zambrano se quejó porque su tienda en la avenida Aray reporta pérdidas ante los constantes cortes sin anunciar que se producen, por lo que calificó de negligente a la Empresa Eléctrica de Manabí, Emelmanabí.
Hugo Álava Ormaza, director de la oficina de la eléctrica, dijo que esto se debe a la sobrecarga en los transformadores por lo cual la entidad asignó 15 transformadores de 37,5 kilovatios para reemplazar a los dañados.
Recalcó que, además, los cables tienen entre 30 y 40 años sin haber sido cambiados, lo que también causa los apagones. Por lo pronto darán mantenimiento a las líneas y cambiarán los transformadores.
Pero esto no es suficiente pues Chone necesita de 30 transformadores más, cada uno cuesta entre 8.000 y 10.000 dólares, y la renovación de las líneas de alta tensión, y no hay presupuesto.
Cartera vencida
El funcionario también observó que los usuarios de Chone son pésimos pagadores. Sólo el 40 por ciento de los 20.000 abonados cancela por consumo. A ello se suman unas 6.000 conexiones directas que perjudican a la empresa.