Es la forma de contaminación más frecuente y subestimada. Es provocada por la exposición a ruidos. El ruido es un sonido que a determinada intensidad y tiempo de exposición produce daños (en algunos casos irreparables) en nuestra capacidad de audición, además de otras reacciones psicológicas y fisiológicas en el organismo. Así como la temperatura se la mide en grados centígrados, y la distancia en metros, la intensidad del ruido se mide en decibeles (dB). Una conversación normal se desarrolla por debajo de los 60 dB. El ruido es provocado por el tránsito vehicular, aéreo y ferroviario. Ruido de motores y maquinaria (al interior de las industrias). Construcciones arquitectónicas y reparaciones de carreteras (taladros, neumáticos, grúas, mezcladoras, etc.). También causan contaminación la música (discotecas, fiestas, vendedores ambulantes, etc. Aparatos domésticos. Explosiones (minería, petróleo, construcción civil, etc.).