Colom dijo que desde que asuma el 14 de enero, buscará dar una respuesta rápida a la pobreza, que aqueja a más de la mitad de los 13 millones de habitantes del país, pero sobre todo a los campesinos descendientes de indígenas mayas. Guatemala, el país más poblado de Centroamérica, también vive una ola de violencia con uno de los más altos índices de homicidios del mundo, el azote de las violentas pandillas juveniles llamadas “maras”, así como el control de grandes zonas por parte de narcotraficantes. “Tenemos dos etapas: el plan de 100 días y el plan de mediano y largo plazo”, dijo Colom, de 56 años, a Radioemisoras Unidas en su primera entrevista tras ser elegido presidente en las elecciones del domingo y afectado de gripe, lo que lo hacía toser por momentos. “El plan de 100 días es componer lo que debe estar listo. Seguridad, los hospitales y el servicio de salud adecuado a la población (...) Los 44 hospitales nacionales deberán estar funcionando como relojitos y todas las escuelas con maestros y equipos”, señaló. Colom, un ex dirigente empresarial y prácticante de la religión maya, ganó con un 52,81 por ciento de votos frente a su rival de derecha, Otto Pérez Molina.