Los cuatros asesinatos que se han dado en cinco días, han alarmado a la ciudadanía mantense, que pide a la policía dar mayor seguridad y atrapar a los criminales que andan libres en la ciudad.
El último crimen fue el que se suscitó la noche del viernes en el local La Corvina ubicado en el Parque del Marisco. Hasta el lugar llegaron, según testigos, dos hombres; uno blanco y el otro moreno, ellos descargaron una ráfaga de tiros a la humanidad de Raúl Alejandro Lino Zambrano (30), quien cayó al piso y murió de manera inmediata. A la víctima lo acompañaba Rocío Ruiz, quien se encontraba aterrorizada por lo que había sucedido.
Antes de que esto sucediera, el occiso había acudido por la mañana a una cevichería.
El parte policial indica que fueron nueve los impactos de bala que recibió el acribillado, las que se alojaron en el abdomen, hombros, cuello y cabeza. El cadáver fue llevado al barrio Miraflores en donde sus familiares le dieron la respectiva velación y lo sepultaron ayer en la tarde en el cementerio General.
Era tranquilo
El tío de la víctima, Luis Zambrano, aclaró que su sobrino nunca anduvo involucrado en actos ilícitos, y que, al contrario, era una persona tranquila y que se dedicaba a un trabajo honrado. Aseguró que no pondrán denuncia y que todo se lo dejan a la justicia divina. Lino deja en la orfandad a una niña de once años de edad. Hasta el momento la Policía desconoce sobre los asesinatos en forma de ajusticiamiento se han suscitado. Los otros asesinados durante la semana fueron: un guardia de seguridad, un joven estudiante de la Unidad educativa FAE y un comerciante de Tarqui.