La vía ya estaba llena de baches y el problema se agravó cuando la subsecretaría de Obras Públicas intentó bachearla pero sólo dejó los cuadrantes para colocar material, que al paso de los carros se han hecho más grandes.
El más afectado es el sector turístico, pues los visitantes prefieren sitios a los que puedan llegar en mejores condiciones. Luis Carpio, secretario del sindicato de choferes de Charapotó, señaló que el perjuicio se extiende también a quienes hacen transportación pública.
Explicó que por los constantes huecos los carros se destruyen más rápido especialmente hojas de resortes y llantas, lo cual demanda más inversión.
Carpio añadió que inicialmente pedirá una audiencia a la subsecretaria de Obras Pública, Xiomara Bravo, para tratar el tema y recordarle que para el mantenimiento de esta arteria hay un presupuesto muy bajo mientras que para la San Clemente-Bahía de Caráquez el valor se triplica pese a estar en mejores condiciones.
El dirigente señaló que entiende que Bravo es nueva en el cargo y serán pacientes hasta el mes de diciembre, antes de las vacaciones.