Está trabajado con amor al prójimo y deseos de darles un mensaje positivo, estimulante, creativo, a los jóvenes de hoy, sin que debamos quedarnos fuera los jóvenes de ayer y para que también se apunten los jóvenes de mañana. Y, quién sabe, hasta los de pasado mañana. Porque la obra literaria de María Aurelia recoge reflexiones que van más allá del tiempo, de un tiempo, este que vivimos actualmente y que pareciera no estar hecho para ir por ahí reflexionando. Y, todo lo contrario, Mario, es ahora más que nunca cuando se necesita de puntos de referencia a los cuales apuntar para que la brújula de la vida nos ayude a arrumbar nuestros destinos con éxito y, si se puede, felicidad. Entre los diversos temas que toca María Aurelia está “Ser excelente” (páginas 75,76), en el que hace referencia a algo que se promueve mucho en estos días, Joselías, la excelencia, Clemencia. Y hay frases cheverísimas, como éstas: “Ser excelente es hacer las cosas y no buscar razones para demostrar que no se pueden hacer”, “Es comprender que la vida no es algo que se nos da hecho sino que tenemos que producir las oportunidades para alcanzar el éxito”, “Es trazarse un plan y lograr los objetivos deseados a pesar de todas las circunstancias”, “Es saber decir; ‘Me equivoqué’, y proponerse no cometer el mismo error”. Para muestras, estos preciosos botones en flor.