Cisneros indicó que la operación se inició hace un mes y no descartó que el alijo tenga alguna relación con carteles del narcotráfico de Colombia o México. Según el jefe policial, el clorhidrato de cocaína, que posiblemente provenía de Colombia, había sido enterrada en una finca muy cerca de Camarones, en unos envoltorios de plástico. Las primeras investigaciones, señaló Cisneros, indican que, presumiblemente, la droga iba a ser trasladada a México y luego a Estados Unidos. Cisneros señaló que hará una coordinación con autoridades de Colombia y México, para establecer las posibles conexiones del caso con carteles mafiosos.