Quito, Guayaquil y Cuenca fueron, desde el principio, escogidas como las primeras ciudades abastecidas con el biológico, pero no se habla de Manabí, provincia que tiene, según palabras del ministro Juan Carlos Zevallos, un problema serio en salud pública.

Preocupa también que, en declaraciones iniciales, se mencionó que el personal del Ministerio de Salud Pública y del IESS iba a ser considerado en la primera fase de la vacunación, pero no se mencionó a otras instituciones como Solca que, pese a ser privadas, atienden diariamente a cientos de personas.

8 mil dosis es una cantidad muy baja, que no alcanzará ni siquiera para quienes están contemplados en la primera fase, pues se ha anunciado que el primer cargamento se aplicará a personal que trabaja en primera línea y a adultos mayores que se encuentren en casas de atención.

La vacunación debe manejarse con reglas muy claras para evitar confusiones. La fórmula de distribución debe ser transparente y puesta al conocimiento de los ciudadanos. Es la mejor forma de rendir cuentas en momentos en que las noticias sobre corrupción en el sector público se han vuelto frecuentes.