Para el 2050, se estima que la población alcanzará los 9 mil millones de habitantes a nivel mundial. El consumo de los recursos para cubrir las demandas será uno de los mayores problemas. Por ejemplo, el agua potable que representa menos del 1% de toda el agua de la Tierra, será cada vez más costosa; las áreas destinadas al cultivo, ganadería, y la vivienda seguirán quitando terreno a las reservas naturales protegidas. Además, la contaminación que generamos pondrá en grave riesgo la salud de millones de personas que no podrán pagar asistencia médica de calidad; por lo tanto, los gobiernos se verán en la forzosa necesidad de decidir qué minorías se pueden salvar, y cuáles se deberán omitir. Los planteles educativos contarán con un exceso de estudiantes esperanzados en obtener un título académico que les permita ser empleados en el mercado laboral; sin embargo, el mercado laboral no estará en capacidad de absorber toda esa fuerza laboral. Tal vez, sea el momento de tomar medidas drásticas; así como en China de los años 60, implementar una ley de un solo hijo. Y así, enfocarnos en verdaderos objetivos como adquirir bienes productivos, generar empleo pleno, tecnificar sectores productivos.
Los países en desarrollo presentan otro problema: su alta tasa de natalidad. Producto del embarazo adolescente, falta de educación sexual; que ha llevado a Latinoamérica a ser una región dependiente, vulnerable a las decisiones de potencias mundiales. La informalidad empezará a surgir ante el incremento de las cifras de desempleo, un mercado laboral débil no está en capacidad de emplear un alto número de profesionales o personas en capacidad de trabajar; por lo tanto, es inevitable que muchos terminen en actividades ilegales como delincuencia, prostitución, tráfico de armas y drogas, tráfico de personas.
Frente a esta situación también existen medidas para aliviar este problema: la educación desde etapas tempranas. La difusión de información gracias al internet puede revertir esta tendencia, si lo utilizamos correctamente, difundiendo las consecuencias de medios en crisis actuales, por ejemplo, la crisis humanitaria provocada en Venezuela por el régimen del presidente Maduro, o la de los migrantes africanos que cruzan el Mar Mediterráneo en busca de asilo en Europa.
Es una apuesta a largo plazo, que empieza desde el hogar, en conjunto con leyes públicas que promuevan el desarrollo de virtudes personales y profesionales. En conclusión, ante la sobrepoblación debemos tomar decisiones responsables de planificación familiar, privilegiar una descendencia que tenga la mejor educación, alimentación y en consecuencia oportunidades de tomar las riendas de un mejor futuro responsablemente.
