Actualizado hace: 938 días 6 horas 23 minutos
Hugo Matías Ramos Sornoza
Bicentenario de Portoviejo

Entre esquinas de la ciudad, podría ser un escenario callejero para diálogos o soliloquio inclusive, rememorar nuestro antiguo y hasta el moderno Portoviejo, pintorescos retazos del pasado compartiéndolos en el Bicentenario de Portoviejo; reseñas y recuerdos serán traídos para salir de la mentalidad asfixiante de la pandemia.

Miércoles 23 Septiembre 2020 | 04:00

El  COVID-19 históricamente atentó y lo sigue haciendo contra Portoviejo y el mundo, nos privó de una imponente celebración de la gesta libertaria del Bicentenario el 18 de octubre del 2020.
Por lo expresado, en esta modesta columna, quiero contribuir para recordar en trampolines del tiempo, hechos de trascendencia cívica,  patriótica y otros humanos, folclóricos, culturales, deportivos, etc., que han desfilado en la Villa Nueva de San Gregorio de Portoviejo.
Empezamos evocando el inicial portovejense, su desarrollo y su adhesión libertaria del año en otro párrafo mencionado, trajinar histórico de la Ciudad de los Reales Tamarindos hasta llegar a nuestros días, con una urbe hermosa y floreciente para vivir con las comodidades tecnológicas y seguir proyectándose al futuro.
Con estirpe y ancestro de América Indígena  y el asomarse de tierra verde acariciando la espuma del azulado océano Pacífico, nació Portoviejo bajo la espada de los barbados españoles, teniendo a la cabeza al capitán Francisco Pacheco, el 12 de marzo de 1535.
En el despertar de nuestros hermanos del ayer no se imaginaron el acontecer de la ciudad  de agridulces tamarindos, ceibos altivos, fragancia de mangos, que su fundación y posteriormente el rechazo al  yugo español marcaría nuevos horizontes. Al ritmo del tiempo y de una patria al vaivén, sojuzgada y explotada, aparecerían las aspiraciones libertarias con figuras civiles, militares y sociopolíticas que cambiarían la faz a ser una República independiente a la que ahora pertenecemos.
Guayaquil encendió  la tea el 9 de octubre de 1820 y Portoviejo se adhiere el 18 de octubre del mismo año, con nobles destacados como Manuel Rivadeneira y don Andrés de Vera. Esta es la llama que alumbrará el próximo 18 de octubre del 2020 el bicentenario de la gesta gloriosa. Solo el civismo, el amor a la ciudad con alma y corazón ha logrado un Portoviejo vigoroso y ascendente, que ni terremoto ni pandemia la doblegará;  pero, con la bendición de Dios y políticos honorables llegará a la meta propuesta.
 
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