Con la proximidad de las elecciones de febrero del 2021, partidos y movimientos políticos han delineado sus cuadros, justamente con la idea de participar en la contienda electoral de febrero, y tratar de captar de este modo la presidencia de la República, y la mayor cantidad de curules en la Asamblea Nacional, hoy más desprestigiada que nunca, puesto que al menos setenta de ellos se encuentran entre procesados judi­cialmente y destituidos otros por el cometimiento de actos reñidos con la Ley y las buenas costumbres. 

Empero, intentando romper todo principio democrático, constitucional y legal de participación, tras una sistemática campaña vergonzosa y mañosa iniciada y orquestada desde las mismísimas entrañas de la traición, se pretende dejar fuera de participación al movimiento Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Correa, atendiendo el pedido de corruptos y sinvergüenzas puestos a dedo, y de grupos oligár­quicos en el exclusivo deseo de seguir sangrando a la Patria y sus súbditos, y de esconder sus actos de pillaje calificados de latrocinios que, amparados por una justicia sectaria, timorata y dirigida, que encubre las malas mañas de servidores del Es­tado, que antes de estar administrando justicia, lo que deben es sumar como reos en cárceles de máxima seguridad. 

Felizmente el movimiento cuenta con el apoyo ciudadano, y de importantes sectores políticos perfectamente identificados con la recuperación de la Patria, para hacer del país lo que antes del actual gobierno era, es decir un Ecuador con futuro, alegre y lleno de ambiciones naturales de progreso, dejando de lado por supuesto a todos a quienes en una época defrau­daron la confianza del país. 

Pese al desprestigio constante al que ha sido sometido el expresidente Rafael Correa, las encuestas lo favorecen. Eso en sí, no es lo que les preocupa a sus detractores, no así a sus opositores, a ellos sí les preocupa, puesto que, a decir verdad, no sabrán dónde acudir, toda vez que sus actos, todos, son inconstitucionales e ilegales, y como tal, irán a engrosar las cárceles.