En el informe de la Policía dice que el sospechoso habría abusado, en varias ocasiones, de una adolescente de 15 años de edad.

Un día la menor salió de su casa y se dirigió a la Unidad de Policía Comunitaria (UVC) a denunciarlo.

Un agente la recibió y luego la trasladó a la Policía de Menores (Dinapem), donde tomaron su versión.

La víctima contó que estaba durmiendo en su casa y, en horas de la madrugada, el sospechoso entró a su casa y a su habitación, donde le tapó la boca para tocar sus partes íntimas.

El implicado ingresaba a su hogar frecuentemente porque era conocido de la familia.

La menor siguió narrando su testimonio y contó que en otras ocasiones también fue abusada.

Los agentes organizaron un operativo y de forma inmediata capturaron al sospechoso en el Parque de la Madre.

El detenido fue llevado a los calabozos de la Unidad de Vigilancia Comunitaria y luego hubo una audiencia por abuso sexual. Un juez le dictó prisión preventiva y, al ser fichado en la Policía Judicial, descubrieron que tenía orden de prisión preventiva por delincuencia organizada.

Él tenía boleta de captura desde el 2016 por supuestamente participar en varios robos ejecutados en Quito.

Los atracos fueron registrados en bancos, centros comerciales, carrocerías, casas y haciendas.

La página web del Consejo de la Judicatura revela que el sospechoso era parte de una organización delictiva cuyos miembros se vestían de policías para alquilar vehículos y ejecutar los atracos.