Si bien el presidente Moreno ha tenido mayor conciencia y respeto al derecho de la comunicación, las políticas económicas inciden; se requieren medidas para evitar que más radios y prensa escrita desaparezcan, por ejemplo, el pago de deudas de pautaje para campañas electorales, contratación de publicidad y consideración de impuestos.
El cierre de medios de ninguna manera debe ser celebrado porque vulnera el derecho fundamental e inalienable de los ciudadanos a estar informados, a expresarse, a cuestionar al poder, a formar opiniones libres e independientes, a ejercer ciudadanía, a discrepar, a alejarse de las verdades únicas que tanto daño hacen; el derecho a la comunicación se relaciona con otros requisitos fundamentales para una sociedad libre como indica la histórica Declaración de Chapultepec.
Todavía existen personas que han quedado cegadas por ese ejercicio de odio y tienen su oportunidad de despotricar, sobre todo en redes sociales, aunque también es cierto que cada vez hay más ciudadanos que valoran el trabajo periodístico independiente, el que ha quedado realzado en esta crisis.
Gracias a los medios de comunicación la ciudadanía se ha podido familiarizar con protocolos sanitarios, realizar un seguimiento del manejo de la crisis por parte de las autoridades, informar sobre la corrupción, entre otras acciones y aquello ha requerido que los comunicadores estén en primera línea frente al peligro, así como también que se adapten a nuevas tecnologías para informar a tiempo. Cuando un medio de comunicación cierra, miles de voces ciudadanas se apagan y se pierden oportunidades de conocer qué ocurre en el entorno, así como en el resto del país y el mundo, lo que limita decisiones, perspectivas e incluso acciones de protección como se ha probado ahora, tanto en salud como en la lucha anticorrupción.
Desde lo público pasemos de la palabrería a la ejecución, con hechos que garanticen la permanencia de una prensa libre y desde la colectividad contribuyamos a su trabajo ejerciendo crítica honesta, opiniones constructivas y respeto; la democracia es una tarea conjunta.