Tanto la multa como la apertura de la investigación furon confirmadas este martes por el comisario Flávio Rabello Teymeny, titular de la comisaría de Policía Civil en Lagoa Santa, uno de los municipios del área metropolitana de Belo Horizonte y en donde el futbolista ecuatoriano tiene su residencia.
Según el comisario, la multa por 130.000 reales (unos 24.074 dólares), la máxima prevista, fue impuesta por la Vigilancia Sanitaria de Lagoa Santa debido a que un decreto municipal establecía puniciones pecuniarias para quien violase las medidas de distanciamiento social impuestas para frenar el avance del coronavirus y a que Cazares es reincidente.
El centrocampista de 28 años, protagonista de otros escándalos e incidentes policiales en los últimos meses, organizó una fiesta el 24 de mayo en su residencia, ubicada en un exclusivo conjunto residencial cerrado en Lagoa Santa, que provocó una gran aglomeración, algo prohibido durante cuarentena, y reclamaciones de los vecinos.
La violación de la cuarentena fue confirmada por los policías que acudieron a la residencia del centrocampista en la madrugada del 25 de mayo alertados por los vecinos, que ya habían denunciado que el ecuatoriano promovió una fiesta similar una semana antes.
Dos semanas después de la fiesta, el pasado domingo, el ecuatoriano fue diagnosticado con COVID-19, según informó el propio Atlético Mineiro, que le pidió que permaneciera aislado y evitase los entrenamientos pese a ser asintomático.
Los órganos de vigilancia sanitaria de Lagoa Santa informaron que están buscando a todas las personas que acudieron a la fiesta para pedirles que se sometan a exámenes de diagnóstico del nuevo coronavirus ya que también pudieron contraer la enfermedad y para, en caso positivo, ordenarles que permanezcan aislados.
Cazares ya había sido sorprendido en otra aglomeración prohibida, un partidillo de fútbol, junto con el venezolano Rómulo Otero, uno de sus compañeros en el Atlético Mineiro, y otros amigos, por lo que fue considerado reincidente, así como por la fiesta anterior.
Rabello Teymeny afirmó que, además de la multa, abrirá una investigación para establecer si acusa penalmente al futbolista de crímenes contra la salud pública. El artículo del Código Penal brasileño que tipifica el delito de "infringir orden para impedir la propagación de una enfermedad" prevé pena de prisión de entre un mes y un año, además de multa.
"Considerando que el jugador dio positivo para el nuevo coronavirus y que el municipio de Lagoa Santa dictó un decreto que prohíbe ese tipo de aglomeración, la Policía Civil abrirá una investigación para determinar las circunstancias de lo ocurrido. Al jugador ya se le impuso una multa de carácter administrativo y podrá ser sancionado con otra de carácter penal", dijo.
En septiembre pasado, tras otra fiesta en la casa del futbolista, dos mujeres, una modelo de 20 años y una empresaria de 24, denunciaron ante la Policía que fueron agredidas por el centrocampista.
Ambas también afirmaron que Cazares les ofreció 10.000 reales (unos 1.850 dólares) para cerrar el asunto y evitar así que alertaran a la Policía y a los medios de comunicación. EFE