Si la empresa que provee energía eléctrica  rebaja un porcentaje de los ingresos a todo su personal, disminuye sus costos de producción, por lo que también es justo que reduzcan los valores del kilovatio/hora a los consumidores.

Si una compañía de transportes reduce costos al bajar la remuneración de choferes y oficinistas, bien podría disminuir el valor que cobra por sus servicios a los usuarios.

La rebaja, por tanto, debería ser general, para hacer más justos los costos y para equiparar los valores respecto de los países vecinos.

Un empleado en Ecuador, que percibe el salario básico más beneficios sociales, cuesta más para las empresas de este país que para sus similares de Colombia o Perú. Esto encarece la mano de obra y traslada los costos al precio de venta, lo termina por convertirse en una desventaja en el mercado internacional.

Esta puede ser esta la oportunidad para hacer de Ecuador un país más competitivo y atractivo para la inversión extranjera, con lo que se estimulará la generación de empleos.