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El Gobierno Nacional, a través del Comité de Operaciones de Emergencia Nacional (COE-N), ha delegado a los COE cantonales (COE-C) la responsabilidad de determinar el grado y momento de reapertura de las actividades comerciales y productivas en sus respectivas jurisdicciones. Deberán basarse en las condiciones en que se encuentre la pandemia del COVID-19 en el cantón correspondiente. Se aplicará el sistema de semáforo - rojo, amarillo, verde – para identificar la gravedad en cada municipio, y de acuerdo al color restablecer las actividades contempladas en un instructivo específico.
La decisión fue tomada en razón del mayor grado de conocimiento que tendrían los funcionarios locales sobre la afectación de la nueva cepa de coronavirus en sus poblaciones, lo que, en principio, pareciera lógico. Sin embargo, la insatisfacción de los alcaldes del país, que son quienes presiden los COE-C, ha sido casi unánime, pues consideran que es una lavada de manos para entregar responsabilidades a los gobiernos autónomos descentralizados, carentes de todo.
Mas, se aclaró que la delegación es exclusiva para señalar la situación de vivencia, sin mayores obligaciones o controles de los que hasta ahora han realizado las municipalidades, pues el manejo de la crisis en su contexto general sigue siendo del Ejecutivo. Además, los COE-C podrán modificar su decisión sobre el color en cualquier momento, comunicándolo con 48 horas de anticipación al COE provincial. El Gobierno, entonces, marca el cambio de fase de la emergencia, al pasar del aislamiento al distanciamiento social.
Y es en estas condiciones en que Ecuador entra mañana lunes, 4 de mayo del 2020, a una nueva etapa en la lucha contra la pandemia, estando en duda el comportamiento ciudadano, cuya indisciplina durante el período de cuarentena pudiera hacer del distanciamiento una quimera fatal. Por eso los alcaldes han manifestado seguir semáforo en rojo, incluyendo los de Manabí.
Ahora, recordemos que el mundo está en una lucha contra un enemigo despiadado que ataca a todos, sin consideración alguna. Y dentro de este todo está el periodismo. Por eso, al celebrarse hoy el Día Mundial de la Libertad de Prensa, exhorto a todos quienes hacen uso de esta libertad, a que, sin claudicar sus principios, prioricen la lucha por la sobrevivencia humana, sin prejuicios ni ideología, y sin trabas mentales propias de los humanos.
Amanecerá y veremos el día de mañana. Mientras, yo me quedo en casa.
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