El objetivo de dicha operación fue el de "atender las necesidades de dinero en efectivo de la ciudadanía, surgidas tras la declaración del Estado de Emergencia Sanitaria en el país" por la expansión de la pandemia del coronavirus.

"Estos recursos se obtuvieron utilizando como respaldo una parte del oro monetario del Banco Central del Ecuador, sin que esto haya significado que este deje de ser de su propiedad", explicó el Instituto.

Tras haberse cumplido el plazo de 30 días de la operación, el Banco Central ecuatoriano "pagó el crédito", lo que supuso que las 240.000 onzas troy de oro (7,46 toneladas) entregadas en su momento, nuevamente pasen a "formar parte del oro disponible del Banco y de las reservas internacionales" del país.

El Banco Central destacó la importancia de este tipo de operaciones que le permiten "mitigar las necesidades temporales de liquidez" o atender algún evento ajeno como, en este caso, "los impactos económicos provocados por la pandemia del COVID-19".

Este tipo de operaciones, añadió el Instituto, se ejecutan de acuerdo al marco de competencias establecidas en la normativa interna, que buscan garantizar que el dinero del público depositado en las entidades financieras del país "esté seguro, blindando de esta manera el esquema de dolarización".

En el año 2000, en medio de una de las peores crisis financieras de la historia del país, Ecuador adoptó el dólar y enterró al sucre, su antigua moneda nacional, que dejó de circular tras más de un siglo de vigencia. EFE