La Fuerza de Tarea Conjunta ha llegado a la conclusión de que durante los primeros quince días de abril hubo al menos 5.700 muertos de más solo en Guayas, tomando en cuenta la información de decesos en condiciones normales.

Esa cifra da una dimensión del problema, aunque no pudiera decirse que todas esas muertes fueron causadas por el COVID-19.

Las autoridades han reconocido que las cifras oficiales se basan en los casos que confirma el Ministerio de Salud Pública, lo cual deja espacio al subregistro. Muchos contagiados no llegan a los hospitales y, si llegan, no se les  hace la prueba. Ellos no entran en las cifras del COE.

Expertos han advertido de que en Manabí podría ocurrir algo parecido a Guayas si no previene a tiempo. La ruralidad, la falta de control y los niveles de pobreza pueden desencadenar en un aumento de contagios.

Con 262 casos confirmados y 35 muertes, Manabí es una provincia de alto riesgo. Los datos oficiales indican que 8 de cada 100 decesos por COVID-19 se han registrado en esta provincia. Hay un caso por cada 74 kilómetros cuadrado de territorio, 17 casos por cada 100 mil habitantes.

Si se aplica en Manabí la misma metodología que en Guayas, los datos podrían variar dramáticamente. Pero será preferible.