“El amor en los tiempos del cólera” es una novela escrita por el Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, publicada en 1985. Por el contexto de su narrativa está ambientada en algún pueblo de la costa norte de Colombia, durante finales del siglo XIX y mediados del XX. El amor es el argumento que más sobresale, aunque a veces mezclado o alternándose con la muerte, como un binomio que nos advierte, que donde está el uno, el otro desaparece.
“El amor en los tiempos del cólera” es una novela escrita por el Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, publicada en 1985. Por el contexto de su narrativa está ambientada en algún pueblo de la costa norte de Colombia, durante finales del siglo XIX y mediados del XX. El amor es el argumento que más sobresale, aunque a veces mezclado o alternándose con la muerte, como un binomio que nos advierte, que donde está el uno, el otro desaparece.
Al reflexionar sobre la pandemia del coronavirus, creo pertinente remontarnos a “El amor en los tiempos del cólera”, para ver si encontramos un símil o parodia. “El cólera es una enfermedad infecto-contagiosa intestinal aguda, provocada por la bacteria Vibrio cholerae, que produce diarrea, vómito, deshidratación rápida, colapso circulatorio”. Pero no solo el cólera ha golpeado al Ecuador. También el dengue y la influenza AH1N1, que empezó en 1991 y duró hasta 1998. ¿O ya se olvidaron del chikungunya?
En los “tiempos de cólera”, según el realismo mágico de García Márquez, existió Juvenal Urbino, médico con una gran trayectoria en esa región de Colombia, fue él quien acabó con el último azote de cólera, saneó el mercado popular e incentivó la mejora en saneamiento de las aguas. Murió “aquel domingo de Pentecostés, tratando de alcanzar en una mata de mango a su loro, dándose un golpe mortal”.
Novela con elementos del romanticismo, la psicología individual y social, con técnicas narrativas que nos aleccionan en muchos aspectos de la vida, como saber anteponer los valores morales y los sanos anhelos personales, a los prejuicios sociales y las insanas valoraciones materiales, por ello en ella hallamos “más que entretenimiento, un saber enriquecedor del espíritu”. Las frases más populares y de actualidad son: “no hay gloria más grande que morir por amor”, o “aprovecha los dolores de la juventud, porque ellos rápido desaparecen”.
Es el reencuentro amoroso de Fermina y Florentino, viviendo el ocaso de sus vidas, en un barco llamado “Nueva Fidelidad”, que andaba con una bandera amarilla, símbolo del cólera, no porque tuviera a bordo la enfermedad, sino para alejar a los pasajeros que quisieran interrumpirlos. Escenario del recomienzo de un amor que nació juvenil, que se saltó los años de un largo matrimonio y llegó hasta la edad dorada, la más sensible ante los virus mortales.
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