En esta provincia se concentra el 9 por ciento de las muertes por coronavirus de Ecuador, el tercer porcentaje más alto del país, después de Guayas y El Oro. Tiene 14 casos confirmados por cada 100.000 habitantes.

Preocupan las denuncias del incremento de muertes en poblaciones como La Sequita y Pepa de Huso, en Montecristi, y Picoazá en Portoviejo, de las que las autoridades se enteraron a través de los medios.

Es, también, difícil de creer, pero cierto, que cuatro años después los hospitales de Chone, Pedernales, Bahía de Caráquez y Manta, afectados por el terremoto, siguen esperando una reconstrucción que, en el mejor de los casos, avanza con extrema lentitud.

Las pocas casas de salud que hay están colapsadas, no hay espacio para las personas que llegan en estado crítico y los servicios sanitarios se han concentrado en la atención a la emergencia.

Se ha denunciado la falta de insumos y de pruebas suficientes para el descarte de casos, incluidos los asintomáticos.

La crisis sanitaria en Manabí requiere mayor atención y recursos desde el Gobierno central. Hay una alta tasa de mortalidad frente al número de casos confirmados. Todavía tienen tiempo para aplicar correcciones y disponer los recursos.