El australiano, de 48 años, a quien Estados Unidos quiere juzgar por espionaje, es padre de dos niños, Gabriel, de dos años, y Max, de uno, junto a su abogada, Stella Morris, de 37 años, de origen sudafricano.
La pareja comenzó su relación en el 2015, cuando ella visitó a su cliente en la embajada, y el primer niño fue concebido al año siguiente. En el 2017, Julian y Stella se comprometieron, según publica el diario Mail on Sunday.
La madre de los hijos de Assange dice que “teme que su vida estará en peligro si él permanece en Belmarsh”, la prisión de alta seguridad de Londres donde se encuentra actualmente detenido, debido a la pandemia de la Covid-19. Morris insta al Gobierno del Reino Unido a liberarlo a él y “a otros presos mientras el coronavirus está causando estragos en las cárceles”. La justicia británica se negó a finales de marzo a liberar bajo control judicial a Julian Assange.
Según la publicación, Assange presenció el nacimiento en Londres de los dos niños a través de un vídeo y pudo ver al mayor, Gabriel, en la embajada donde lo habían llevado en secreto. Los dos niños son ciudadanos británicos y han visitado a su padre en prisión, siempre según el relato del Mail on Sunday.