La falta de ritmo futbolístico será el primer obstáculo de los ‘rayados’, por lo que su mejor fórmula para frenar a los brasileños será presionarlos y “ahogarlos” en la altitud de los 2.850 metros sobre el nivel del mar de la capital ecuatoriana, así como ser efectivos en las ocasiones de gol que se les presenten. 

El centrocampista argentino Cristian Pellerano está convencido que “solo la presión causará ahogo y las dificultades en la altitud a Flamengo”, y aseveró que “será ahí cuando se deberá sacar provecho para sumar una buena ventaja”. Los sangolquileños debutaron con triunfo por 2-1 el viernes pasado en la LigaPro ante Mushuc Runa, cotejo en el que dio descanso a varias de sus figuras, demostrando que al partido de esta noche llegará con algunos desajustes entre líneas. De su parte, el técnico del equipo de Sangolquí, el español Miguel Ángel Ramírez, procurará que sus dirigidos se mantengan fieles a su estilo y que consigan un buen resultado. Del equipo veloz y efectivo con el que ganó el título de la Sudamericana, se fueron el defensa Fernando León y el atacante colombiano Cristian Dájome, y los que llegaron aún no alcanzan el nivel de entendimiento colectivo, como los argentinos Lorenzo Faravelli y Pablo Alvarado.

La principal baja que tendrían los ‘rayados’ es la  de Anthony Landázuri, quien está en observación y esperando que el dolor en su pierna derecha vaya dis minuyendo, así lo informó el cuerpo médico del club. 

El técnico de Flamengo, Jorge Jesús, ha logrado ensamblar una estructura de juego con el que frena a sus rivales y causa fisuras en sistemas defensivos, transformando al equipo en temible. Jesús aseguró a los periodistas brasileños, en la víspera del enfrentamiento en Quito, que si bien no contará con su máxima figura Gabriel “Gabigol” Barbosa, por la suspensión que arrastra desde el año pasado, el  equipo proyectará su fuerza habitual.