Los preservativos arrojados por los inodoros representan casi el 30% de la basura que atrapan las canastillas metálicas ubicadas al ingreso de los cárcamos, en la Estación de Bombeo de Aguas Servidas Miraflores.
El preservativo representa una verdadera amenaza para el alcantarillado sanitario de la ciudad, pues por ser de látex no se disuelve fácilmente en el agua, al punto que su acumulación puede colapsar o taponar el sistema.
El otro 70% de basura encontrada es waipe, pañales, retazos de telas, pañitos húmedos, trozos de madera, etc.
Cuando estos desechos sólidos logran ingresar hasta el sistema de impulsión, las bombas se obstruyen y sufren daños que pueden ser temporales o irreversibles, generándose dificultades en el bombeo de las aguas servidas hacia las lagunas de tratamiento y, a consecuencia de aquello, suelen aparecer los reboses en los barrios.
En el punto en que las aguas servidas ingresan a los cárcamos, existe una rejilla o canastilla metálica que retiene los elementos sólidos para evitar que ingresen al sistema de bombeo.
Cada 15 días, cuando se limpian las rejillas, es que se observa el 30% de preservativos atrapados entre los hierros.