“Mi vida ha sido dura, solo tejiendo y tejiendo. Le enseñé a tejer a mi marido, a mis hijos, a mis nueras, y ahora a mis nietos”, detalló. 

Doña Margarita es miembro de la asociación de artesanas ASOARTE, ubicada en el sitio El Milagro de la parroquia Picoazá de Portoviejo, pero destacó que falta apoyo para la actividad. 

Ella manifestó que necesitan apoyo para tener una sede donde los artesanos puedan elaborar sombreros y exponerlos. 

“Este lugar es de mi hija, no tenemos terreno para una sede, nos invitan a ferias y lugares, pero quisiéramos un espacio más grande”, dijo. 

Además, la mujer contó que han tenido dificultades para llevar sus sombreros fuera del país. 

“Aquí solo viene la gente a comprar para llevar regalos a España, al extranjero, pero quisiéramos exportar, que el Gobierno nos ayude”, reveló. 

Holger García, director zonal técnico del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) de Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas, explicó que hay que cambiar el contexto de lo que significa este día y la declaratoria de patrimonio. 

“Yo pienso que las instituciones deben ser un acompañante para nuestros artesanos, darles a ellos el espacio que les corresponde. 

Hay que tomar más en serio esto. La idea es sentarnos las instituciones, y preguntarnos qué es lo que se ha venido haciendo”, indicó. 

Hoy en el parque arqueológico Hojas-Jaboncillo habrá un encuentro de artesanos, en el que se realizará un “taller sobre buenas prácticas de comercialización de los sombreros de paja toquilla”. 

Posteriormente ascenderán al Museo, donde se llevará a cabo otro acto.