La decisión de la Federación Ecuatoriana de Fútbol de llevar a la selección nacional de mayores fuera de Quito para que juegue partidos amistosos es beneficiosa para todos.

Aunque se trata de un evento privado, es un espectáculo que acerca a la gente a un símbolo moderno de unidad, como la selección de fútbol.

El fútbol es considerado el rey de los deportes y en Ecuador es el más popular; por tanto, un evento de estos atrae a un público diverso, de todas partes del país y, también, a seguidores del equipo visitante.

En este caso concreto, sería positivo que el público responda con su presencia, para incentivar a que esta plaza sea tomada en cuenta para otros encuentros de mayor importancia, con rivales más destacados, incluso encuentros o eventos internacionales como ya se dio en el pasado.

Estos eventos deportivos  también mueven la economía e incentivan el turismo, a más que son un impulso para la promoción de las bondades de nuestra tierra.

A pesar de que es poco el tiempo que queda, las autoridades deberían desarrollar campañas para que los ciudadanos den una muestra de la amabilidad y la hospitalidad que caracteriza a los manabitas.

Esta es una oportunidad para atender bien a los visitantes y ratificar la valía de la gente de Manabí.