El Consejo de ministros alemán aprobó este miércoles multas de hasta 2.500 euros para los padres que no vacunen de sarampión a sus hijos en edad escolar.
La decisión, que entra en vigor en marzo del año que viene si el Bundestag (cámara baja) la ratifica, obliga también a vacunar a los menores en centros de refugiados y contempla incluso la exclusión de menores no vacunados del derecho a asistir a la guardería.