La actividad minera atrajo el año pasado  742 millones de dólares, que corresponden al 53 por ciento de la inversión extranjera directa en el país. El Gobierno aspira a que hasta el año 2021 se hayan invertido 2.555 millones de dólares en explotación minera.

Recientemente se difundió que en Ecuador se encuentra la mina subterránea más grande de plata, tercera de oro y sexta de cobre, de las que se han descubierto hasta ahora en el mundo. Ellas contienen 10,9 millones de toneladas de cobre y más de 23 millones de onzas de oro.

La explotación de los recursos minerales aportará a la economía del país y sus recursos se pueden destinar a salud, educación, vivienda, seguridad, entre otros sectores. En un país con una economía en crisis, esto puede ser una forma de superar los problemas.

Desde luego, como toda actividad productiva, la minería a gran escala puede generar alguna afectación sobre recursos naturales; pero con los avances tecnológicos y científicos se puede restar su impacto, como se hace en otros países.

¿Qué hubiera pasado si Ecuador, en la época de 1970, no hubiese decidido explotar las reservas petroleras? 

De seguro, el estancamiento social y económico habría sido mayor. Es innegable que los recursos del petróleo se pudieron administrar de mejor manera, pero esa es otra historia.