Jéssica asegura que el accidente se dio a las 22h00, cuando su hermano junto a su mejor amigo se habían estacionado a un costado de la vía luego de haber comprado gasolina.

“El mejor amigo de mi hermano estaba orinando cuando un carro los impactó”, dice Jéssica, agregando que el vehículo mató instantáneamente al joven, mientras que Alexis estuvo internado tres días en el hospital, hasta que falleció.

Según Jéssica, el culpable de las dos muertes transitaba por la vía a gran velocidad.

“El chofer que le tiró el carro encima a mi hermano y a su amigo iba compitiendo con otro vehículo. Habían cogido la carretera como una pista de carrera y sin embargo aseguran que mi hermano tuvo la culpa”, dice la mujer.

 

Justicia. De aquel suceso han pasado más de dos años y Jéssica dice que ha movido “cielo y tierra” para que las autoridades hagan justicia.

Indica que hace tiempo presentó la denuncia en la Fiscalía de Portoviejo, pero el caso fue archivado por falta de pruebas.

Ella asegura que ha sido complicado recoger evidencias que culpen al chofer, pues indica que en el lugar del accidente no habían testigos y los videos de las cámaras de seguridad no se los han querido facilitar.

Tras esto, Jéssica dice que hace tiempo viajó hasta la Fiscalía de Quito a pedir ayuda, sin embargo todavía no ha recibido respuesta del caso. “Algunas veces le pedimos al fiscal que enviara al perito que hizo el levantamiento del cadáver para seguir con la investigación, pero eso no sucedió”, indica Jéssica, asegurando que en este caso hay “mano negra”. 

Según la denunciante, una evidencia que las autoridades no toman en consideración es que el vehículo involucrado en el accidente tenía botellas de alcohol en el interior. 

“Yo estoy segura que el chofer iba en estado etílico, aunque no tengo cómo comprobarlo”, dice Jéssica.