Todos vestidos de amarillo, los estudiantes reciben indicaciones de los tres entrenadores que por categoría posee el club.
“Queremos que todos puedan ser corregidos y tener las mismas oportunidades” indica el principal, Marco Zurita.
La escuela que funciona en la provincia tsáchila cumple en los próximos meses tres años de vida. Brinda servicio de psicólogo a los chichos y un fisioterapeuta, quien está presente en los entrenamientos.
“Nos hemos dado cuenta que muchos padres castigan a los niños por las bajas notas con dejar de enviarlos a entrenar, con el psicólogo nos pudimos dar cuenta que no es el fútbol el culpable sino problemas en casa”, asegura Zurita.
Nuevos servicios. Se espera que en los próximos días a la institución se integre un nutricionista para darle seguimiento a los chicos en su alimentación y crecimiento.
“Tenemos una propuesta nueva, estamos trabajando para futuro”, indica el directivo, quien tiene como objetivo participar el siguiente año en la segunda categoría provincial con un equipo que a largo plazo represente a Santo Domingo en las series de privilegio.
A su vez trabajan con niñas para que sean base del equipo femenino.