Es así como Ramiro Jarrín describe la vida de un docente.  

“Nosotros aprendemos todos los días y con cada estudiante. Las anécdotas son infinitas y el premio a nuestro esfuerzo es observar que el alumnado logró su meta académica”, manifiesta Jarrín, quien da clases en tres instituciones educativas.

Hoy Jarrín y sus compañeros celebrarán el Día del Maestro Ecuatoriano. 

La fecha evoca el natalicio de Juan Montalvo y se instituyó hace 99 años.

Es diferente. Julio Piedra, se dedicó a la docencia por 40 años y hace dos se jubiló. Asegura que antes todo era diferente. 

“Gozábamos de respeto y consideración de toda la comunidad, éramos como segundo padre para el alumno, teníamos toda la libertad y autoridad en el aula, enseñábamos valores y nuestro trabajo era respaldado por los padres de familia. El mal entendido Código de la Niñez y la Adolescencia otorga al estudiante muchas obligaciones y derechos, pero lo malo es que ellos solo reclaman derechos”, explica.

Piedra dice que después de la jubilación “el maestro extraña las aulas, la bulla de los estudiantes, revisar o hacer exámenes”.  

Algunos docentes creen que el pago que actualmente reciben es una “piedra en el zapato”. 

Gloria Toapanta, presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE) de Santo Domingo, señala que un maestro de categoría G, gana un promedio de 800 dólares. 

“Realmente no nos alcanza y las autoridades deberían tratar este tema con más respeto e interés”, informó.

Ella cree que un docente que esté en esa categoría debería ganar 1.000 dólares aproximadamente.  

El pasado 10 de abril, el Gobierno Nacional informó que como un homenaje previo al Día del Maestro se iba a recategorizar más de 14 mil docentes. En el proceso se invierten 20 millones de dólares.    

El ministro de Educación, Milton Luna, aseguró que los nuevos pagos se efectuarán desde el próximo mes para los profesores que cumplieron con los requisitos necesarios para subir de categoría.     

Para la recategorización -señaló el ministro- se consideran los años de servicio, los estudios de maestría y la evaluación de conocimientos de los profesores que se acogieron al proceso, indicó El Comercio.