Ayer en el Registro Civil, Darlin, nervioso y emocionado, esperaba junto a sus progenitores el turno para ser cedulado con el apellido de su padre.
El joven tiene 18 años y vive en el barrio La Florita, de Manta. Contó que experimentaba un sentimiento que no podía describir porque siempre soñó con conocer a su papá. También tener su apellido, porque en la cédula de ciudadanía sólo aparece con los apellidos de su madre. Desde ayer la cédula de Darlin registra los apellidos paterno y materno: Peña Herrera.
Ubicación. Su madre, Elizabeth Herrera, recordó que hace 19 años tuvo una relación amorosa con Santos Peña, oriundo de El Empalme (provincia de Los Ríos), cuando los dos trabajaban en un restaurante de Tulcán (Carchi).
Por cosas del destino ella retornó a su tierra natal, Pichincha (Manabí), donde luego de tres meses se enteró que estaba embarazada. “Cuando mi hijo tenía un año de edad, decidí viajar a Tulcán a buscar a su papá para contarle que tuvimos un hijo, pero nunca lo encontré. Sólo conseguí una foto de él en el restaurante donde habíamos trabajado. Fue esa fotografía que luego de 18 años me ayudó a encontrarlo”, dijo.
Elizabeth recordó que días antes del carnaval de este año viajó a Pichincha y tuvo como compañera de asiento a una señora con una niña. Después de una larga conversación le contó que fue madre soltera y que el padre de su hijo era de El Empalme y que nunca supo más de él. Le dijo cuáles eran los nombres y la señora le señaló que frente a su casa vivía una familia con los mismos apellidos.
Elizabeth le enseñó la fotografía. La compañera de viaje le dijo que lo conocía. Le tomó una foto desde su celular y le pidió un número telefónico para contactarse.
“Mi alegría era inmensa porque casi había ubicado al padre de mi hijo. Lo primero que hice fue llamar a mi hijo para contarle que tal vez pronto conocería a su padre”, dijo.
Reencuentro. A los ocho días de ese viaje, Elizabeth recibió la llamada de Santos Peña. Él le pidió que viajara hasta El Empalme y que la esperaba en la agencia del Banco Pichincha. “Le conté a mi actual esposo, quien me dijo que fuera y llevara a mi hijo, porque tenía derecho de conocer su padre”.
“Mi hijo y su padre primero se dieron un apretón de manos y luego terminaron con un abrazo. Luego fuimos a la casa de la abuela paterna de mi hijo, donde toda la familia lo esperaba para conocerlo”, señaló Elizabeth. Santos Peña dijo que nunca se imaginó que de esa relación había un fruto. Recordó que cuando Elizabeth regresó a Manabí, él se fue a Colombia, donde luego tuvo una nueva relación. Agregó que tenía cuatro hijos, pero que ahora que apareció Darlin son tres niñas y dos varones mayores de edad. “Ahora quiero ser responsable con mi hijo dándole el apellido”, anotó.