El Gobierno está obligado a abrir al tránsito de la carretera que inicia en El Aromo, zona rural de Manta, y termina en Colorado, de Montecristi.
Esa vía, donde se invirtieron más de 22 millones de dólares, hasta el momento solo ha servido para que se enriquezcan quienes la contrataron, pues se planificó en 10 millones y terminó costando más del doble.
Hace poco se detuvo a nueve personas dentro del terraplén donde se iba construir una refinería, lo que terminó siendo un engaño. Se los detuvo porque despegó una avioneta que supuestamente llevaba droga. Miles de ciudadanos ahorrarían tiempo y combustible si ese paso lateral comienza a ser usado por ellos mismos. Además se aliviaría el paso de carros por Manta, pues ya no entrarían al centro de la ciudad o vías alternas quienes van a la zona sur. La carretera tiene 12 kilómetros y 24 metros de ancho. Son cuatro carriles en muy buen estado. Ya van cinco años sin uso y nadie del Gobierno responde.