Tenemos 375 agentes y realizan operaciones dentro de Jipijapa, Portoviejo y Chone. Queremos consolidar nuestra presencia en toda la provincia, pero estamos obedeciendo a una operación de crecimiento.

 

Uno de los principales problemas es el exceso de velocidad. Queremos que la ciudadanía entienda la responsabilidad que tiene una persona tras el volante.

 

El tema de accidentabilidad por exceso de velocidad está por arriba del 15% de las muertes registradas a nivel nacional.

 

Estamos contando con la ayuda de la tecnología. 

Junto a la Agencia Nacional de Tránsito se han instalado kits de seguridad en los buses intercantonales e interprovinciales, que son cámaras que registran el movimiento paso a paso dentro de las unidades.

Estos también cuentan con un GPS que rastrea la unidad y controla la velocidad que tiene. 

Si en algún momento excede la velocidad, se dispara una alarma, se comunica con las unidades de apoyo de la CTE y se detiene a esa unidad, además se la sanciona administrativamente y con estas faltas podría llegar a perder el permiso de funcionamiento.

Pedimos ayuda a la comunidad porque hay personas que se movilizan en moto y no utilizan cascos homologados, tampoco utilizan medidas de seguridad porque tienen sus vehículos con llantas lisas, no tienen retrovisores y no les funcionan las luces. 

 

A nivel nacional el límite de velocidad en carreteras es de 100 kilómetros por hora. 

 

Hay un promedio diario de entre 5 y 6  citaciones a las cooperativas interprovinciales e intercantonales.

Para las personas que excedan la velocidad por primera vez, la multa es de $118,50 y si es reincidente se duplica el valor, además pierden cinco puntos por cada infracción. El conductor puede ser sancionado hasta cuando pierda los 30 puntos de la licencia.

 

Tenemos operaciones dentro de las terminales terrestres, allí hacemos controles básicos permanentes, en donde todos los choferes son sometidos a pruebas de alcoholemia. 

Nuestros compañeros también realizan revisiones periódicas.

 

Tenemos el contrato con una empresa que le realiza el mantenimiento a los radares. 

Además hacemos revisiones periódicas para ver si existe algún tipo de inconveniente con el aparato, si es así se lo ingresa a un programa de reparación.

Si alguna persona ha sido multada por un radar que está en mal estado, esa multa no tiene validez, se le da de baja en el sistema.

 

Primero, para que la persona se entere de la multa le va a llegar un correo con todas las indicaciones.

Si es que el conductor considera que la multa no es correcta, tiene la opción de impugnar.

 

La verdad que el tipo de impugnaciones son muy bajas, el radar es un aparato que raramente falla. 

 

Por ahora no va a cambiar, yo creo que algunas condiciones y reglamentaciones van de acuerdo al tipo de cultura que tienen las personas, los países, las sociedades, pero en este caso el tema radares va a continuar en Ecuador.

Creo que todavía tenemos mucho que aprender en seguridad vial y creería yo que los radares están dando un excelente resultado, están ayudando a que las personas disminuyan la velocidad en las carreteras y evitamos accidentes.

 

En Ecuador hay cerca de 500 radares.

 

La Ley de Tránsito como todas las leyes van evolucionando y vamos viendo cuáles son las situaciones que van aquejando a nuestra sociedad, cuál es tipo de accidente que tenemos y nuestra problemática diaria. Hoy por hoy creo que la Ley de Tránsito vale, es aplicable y pensaría que estamos en buenas manos con respecto a eso, pero siempre estamos atentos a cambios.