Patricia Guamán, vendedora, cuenta que el municipio les prometió que estarían durante tres meses en el nuevo sitio, pero esa espera se prolongó un año más.

Según dice, durante ese tiempo algunos de sus colegas “colgaron los guantes” debido a las bajas ventas.

Desde el martes, la Dirección de Mercados y Comercio del Municipio inició el proceso de traslado al sitio de donde salieron en el 2017.

Los comerciantes aceptan que hubo resistencia por parte de los dueños de las viviendas que no los querían de vuelta.

Jairo Lucas, mercader, señaló que va a ser un proceso para volverse a adaptar al nuevo espacio.

Decisión. Germán Maya, director de Mercados y Comercio Autónomo, indicó que la reubicación fue motivada por un pedido de la empresa que intervendrá las calles San Miguel, Azogues, Loja, Cuenca y Guaranda, como parte de la regeneración de la calle Galápagos y sus transversales.

“Los comerciantes no se podían quedar donde estaban. La Empresa de Tránsito (EPMT) nos había sugerido que por la obra la miniterminal iba a irse a la terminal interprovincial por eso accedieron a volver a la calle Guaranda”, manifestó.

Se prevé que la obra en las calles Azogues, San Miguel y Cuenca duren 45 días y los de la Loja y la Guaranda un tiempo similar.

Los vendedores tienen permiso de ocupación de vía pública.

El municipio ha buscado que no se altere la vida comercial de la zona y aún evalúa el futuro de estas 57 personas.