Josefa Gilces, comerciante de mariscos en Bahía de Caráquez, comentó que el picudo antes se encontraba en puertos de pesca como El Matal y también en Manta, pero ahora hay muy poco y casi ni se lo encuentra en ninguna de estas dos playas, por lo que se lo ha tenido que ir a conseguir a la provincia de Esmeraldas.

En esta situación, se alcanza a traer apenas 2 picudos de 180 libras al mes. La escasez se ha venido sintiendo desde que inició el invierno, sostuvo la comerciante.

“Antes se traía hasta el doble”, recalcó Gilces.

Ella comentó también que el costo de esta variedad de pescado tiene que compensarse con otros mariscos para no trabajar a pérdida, pero hay que tratar de complacer los pedidos de los clientes, agregó.

Se va lejos. Roberto Aguas, pescador, detalló que las temperaturas del mar aún se mantienen altas y hacen que los peces busquen las profundidades del océano o se vayan mar afuera, haciendo difícil su captura.

Explicó que hay una variedad de picudo que es el blanco, que cotidianamente se pesca con espinel, pero hay ocasiones en que cae en los trasmallos y allí toma un color más negro y sabor picante.

Jesús Argüello, pescador artesanal de El Matal, sostuvo que la pesca está complicada en esta época, y que los pescadores deben ingeniárselas y contar con un poco de suerte. 

Entre las variedades más comunes en los mercados de Sucre y San Vicente están el dorado, que se encuentra a 3 dólares la libra; así como el pámpano, que está a un dólar la libra; y la sierra, a 2 dólares. Los compradores deben conformarse con llevar a sus casas estos pescados para sustituir al picudo, ya que si corren con suerte de encontrarlo se lo venden caro y muchos optan por ahorrar.

Karla Benavidez, quien se encontraba en la zona de mariscos del mercado de Bahía de Caráquez, comentó que a su familia le gusta mucho el ceviche de picudo con camarón y que los fines de semana se compra una libra para combinarlo con camarón y poder complacer a los suyos, pero esto ahora le cuesta más.