José Carreño, uno de los moradores de este sector, indicó que los vecinos no pueden comer, dormir, e incluso ni ir al baño. “Ya no podemos bajar la válvula del servicio porque está colapsado”, comentó. 

Y el problema es evidente. Fuera de las casas, el agua negra llena las aceras. 

Humberto Gómez mencionó que todo el vecindario está afectado por este colapso. 

Incluso, indicó que han enviado a los niños a otros lugares para evitar inconvenientes con su salud. “Se pueden enfermar, es tóxico lo que estamos respirando”, manifestó. 

Boris Mera, jefe de Saneamiento de la empresa pública Portoaguas, indicó que, a raíz del anuncio periodístico, se dispuso al personal de la empresa para que realizara la inspección de este problema y así verificar la evaluación y solución del mismo.

Aclaró que hasta la oficina no ha llegado denuncia formal. 

Los habitantes esperan que este problema se solucione pronto, por la salud de todos quienes viven en el sector.