Su comuna está conformada por unas 600 personas aproximadamente y ninguna cuenta con estos servicios.

“A las siete comunas que conforman nuestra nacionalidad nos pasa lo mismo. Ahora que está por celebrarse el Kasama han venido a hacer rebacheos, pero sinceramente nos sentimos olvidados”, manifiesta.

 

Por medio de pozos. Su familia está conformada por diez personas y el agua la obtienen por medio de un pozo de siete metros de profundidad.

“Lo construimos en la parte baja de la comuna, a orillas de un estero y desde ahí bombeamos hasta unas canecas que tenemos en las casas”, afirma.

Graciela Aguavil, habitante de la comuna, asegura que anteriormente tenían instalada la bomba en la boca del pozo para bombear de forma automática, pero debido a la inseguridad usaron otro método.

“Me robaron dos bombas y cada una cuesta 130 dólares. Ahora cuando nos quedamos sin agua, tenemos que llevar y traer la bomba desde la casa. No nos queda otra alternativa porque es la única forma de obtener este servicio”, explica.

 

Poca ayuda. Carla Aguavil, vicepresidenta de la comuna Cóngoma Grande, afirma que la ayuda que reciben de las autoridades es muy poca.

“La vía principal está en buen estado si la comparamos con la de otras comunas, pero los ramales están en pésimas condiciones. Solo cuando se acerca alguna celebración o las campañas, se acuerdan de nosotros”, dijo.

En esta comuna se llevará a cabo la tradicional fiesta Kasama desde el 18 al 20 de abril.