En Guayas, el prefecto tendrá una mayoría de alcaldes afiliados al PSC,  que busca llegar a los niveles que tenía bajo la dirección de Febres Cordero. Pero aún el grueso del electorado  no vota por el partido, al menos en la elección de  gobiernos seccionales,  sino por los personajes que se convierten en imagen de él.  Como ejemplo, el PSC conquistó al joven Jorge Zambrano para captar la alcaldía de Manta, uniendo la fuerza que había conseguido  el partido, con la buena imagen lograda por el ingeniero a través del trabajo que  hacía  por su cuenta   en las calles de la polvorienta ciudad de inicios de los 90. En las siguientes elecciones fue patrocinado por CREO,  luego por SUMA  y siguió triunfando. Su esposa, reciente aliada a Alianza Pais, ahora dirigida por el  presidente Moreno, quedó en tercer lugar en estas elecciones.

Elecciones cruciales que les dijeron no a padre e hijo socialcristianos que juntos buscaron la prefectura de El Oro y la alcaldía de Machala, respectivamente, pese a que Falquez padre renovó la imagen de la capital bananera.  Estos mismos resultados fueron la mayor desazón para los enemigos de Rafael Correa, enfrascados  en hurgar  nuevos asuntos de qué acusarlo; al mismo tiempo, concentrados  en la privatización de los principales servicios básicos y ahora desencantados frente a las cifras que logró el movimiento Compromiso Social, 5, al que se adhirieron los partidarios de Correa. 

Sin prensa nacional, solo a través de internet, el expresidente ha seguido opinando sobre acciones y  decires  del gobierno de Moreno. El argumento de que el exmandatario utilizó los medios públicos para ganar todas las elecciones se vino por tierra y estrepitosamente. Por eso, a los gobernantes  (cuatro reconocidos oficialmente) que están atrás de Moreno la deslucida idea de acusar a la campaña de la lista 5 de haberse financiado  con fondos enviados por Maduro más bien les jugó en contra; Correa tiene voto duro y nuevos simpatizantes. Esta solidaridad ante tantas acusaciones no probadas que  un analista ve como un voto pésame, una mayoría de adeptos la llama convencimiento y solidaridad.

Ninguna teoría parece fija en nuestra vida política, los votantes de Quito eligieron a un ex afiliado al menos en la elección de  gobiernos a Alianza Pais y los de  la provincia a una prefecta disidente. Las lamentaciones de las capas altas se han puesto de manifiesto sin ningún recato. Los quiteños ilustrados, como prefieren autodenominarse, rechazan a alguien que procede de un cantón chimboracense y ajeno a los apellidos de estirpe. No nos representas, es lo más delicado que se ha oído. Por él votó una gran parte de habitantes procedentes de provincias,  que han aumentado la densidad de la otrora conservadora ciudad.