El abandono de su padre y a veces no tener qué comer, hicieron que Ignacio se alejara del hogar y empezara a consumir drogas hasta el punto de querer suicidarse.

Tomar veneno, ahorcarse, lanzarse bajo las llantas de un tráiler en movimiento y dispararse en la cabeza, eran las opciones que Ignacio tuvo en mente hacer para acabar con su dolor.

Sin embargo nunca se atrevió a hacerlo, pues dice que alguien o algo lo cuidaba y siempre impedía que cometiera dicha atrocidad.

A sus 40 años de edad comenta que gracias a la ayuda de dos amigos ahora puede decir que su cuerpo está libre de drogas.

Aunque reconoce que retornar al camino del bien le tomó mucho tiempo, pues siempre tenía en mente consumir más drogas pese al esfuerzo que estaba haciendo por dejarlas atrás. “Llegaba el punto en que me sumía en estado depresivo crónico, lloraba y me aislaba”, recuerda Ignacio. 

 

Proyecto. Su recuperación tomó tiempo, pero terminado el proceso sus pensamientos eran diferentes. Es así como decidió crear la comunidad terapéutica “La Puerta De Al Ghani”, ubicada en la ciudadela San Cristóbal de Portoviejo.

Ignacio Navarrete es el fundador de la entidad que tiene como objetivo ayudar a las personas que quieran dejar el vicio de las drogas.

Actualmente el centro de rehabilitación atiende a 15 pacientes con la ayuda de un equipo multidisciplinario.

Explica que la persona a tratarse es atendida por una psicóloga clínica, una trabajadora social, acude a terapias vivenciales (que es donde Ignacio cuenta su historia a los pacientes), terapia espiritual, terapias recreativas, ocupacionales, entre otras.

Este proceso de rehabilitación se realiza durante seis meses, dice su fundador.

Las personas que estén interesadas en sacar a sus familiares de las drogas pueden buscar información y no perder la fe, asegura Navarrete.

Dicha comunidad presta servicio desde hace siete años.