En el caso de la prefectura de Manabí, está claro que no fue ninguna sorpresa lo acontecido con el triunfo de Leonardo Orlando, candidato del expresidente Rafael Correa. Una campaña austera en lo económico, sobresalió, en su gran totalidad con la exposición de propuestas en las visitas a todos los cantones de la provincia, en comparación a otros candidatos, que no escatimaron en demostrar un poderío económico, donde fuimos testigos del gran derroche de dinero de varios protagonistas políticos, no solo para la prefectura sino también para quienes participaron para alcaldes.
Está claro que varias medidas tomadas por el ejecutivo perjudicaron a sus candidatos: los despidos de empleados públicos y varias medidas económicas disminuyeron notablemente las aspiraciones de los representantes del movimiento de gobierno.
En lo personal, para la alcaldía de Portoviejo mi respaldo lo brindé al ingeniero Bruno Poggi, con quien mantengo una amistad de muchos años y quien en su campaña proponía darle mayor participación a los profesionales locales. Esa propuesta fue la que más me inclinó a Bruno Poggi, por ser arquitecto y profesional de la construcción, desde donde con inconformidad he visto cómo obras y estudios de mucha importancia han sido adjudicadas a constructoras y profesionales de otra ciudad y provincia, y me sorprende ver que en obras de gran monto no sean ingenieros ni arquitectos portovejenses los que las ejecuten; siendo conocido para todos que los profesionales manabitas y en especial los de Portoviejo están pasando situaciones muy duras.
Debo aclarar que Portoviejo ha cambiado en la administración del actual alcalde, no parece una ciudad que fue devastada por el terremoto del 16 de abril del 2016, tenemos una ciudad que mejoró en varios aspectos, como su ornato, la limpieza, orden y organización.
La ciudad de Portoviejo en un buen porcentaje votó por su reelección, ahora más que nunca tiene una gran responsabilidad para los siguientes cuatro años, superar lo realizado y culminar lo iniciado.
Realicé algunos escritos felicitando el accionar del alcalde Agustín Casanova, que tiene aciertos y desaciertos, pero creo que él debe de escuchar a las universidades y a los gremios profesionales de nuestra localidad, donde existen profesionales idóneos y preparados para realizar los estudios y las obras que requiere nuestra ciudad.