Para que el EPA asuma los trabajos, el Gobierno Parroquial de Honorato Vásquez, que  se encargó de confinar los lechuguines en la represa por al menos cinco meses, debe entregar detallado el cierre del convenio con los trabajos que se hicieron y los gastos operativos.

Pico mencionó que el embalse de la represa tiene 625 hectáreas y de esa extensión existen unas 20 aún con lechuguines.

A inicios de año, El Diario recorrió el embalse con el presidente del Gobierno Parroquial, Líder Gómez. Él sostuvo que existían cuatro kilómetros de esta especie vegetal. Según Francisco Pico, en la actualidad hay un kilómetro de la considerada “plaga de los embalses de agua”.

Hace 15 días aproximadamente, Gómez indicó a El Diario que el GAD parroquial empleaba canoas y la barcaza traída desde la represa La Esperanza para confinar los lechuguines.

Transporte. José Luis García, socio de la cooperativa de transporte pluvial Poza Honda, señaló que la navegación es afectada porque no se puede transportar a los usuarios de las comunidades tal y cual ellos lo requieran.

Habitantes de la comunidad San Gregorio se han venido quejando de manera seguida en las redes sociales del perjuicio que les ocasiona la existencia de la especie acuática.

El EPA y el Gobierno Parroquial firmaron un convenio en mayo del 2017 para el retiro de lechuguines. Los  trabajos arrancaron un mes después. El 14 junio del año pasado se hizo un convenio complementario, pero los trabajos comenzaron el 2 de julio con una duración de tres meses. El plazo se amplió a cinco meses y terminó en diciembre pasado.