Carlos Hidalgo, presidente del Gad Parroquial, aseguró que los tanques de oxidación, que se ubican a unos mil metros del centro poblado, están en un terreno privado al que no tienen acceso. 

“Todos los habitantes saben el problema que tenemos. En varias ocasiones hemos pedido permiso para hacer mantenimiento, pero lamentablemente tienen la puerta con candado y no nos dejan pasar. Hemos pedido que el Municipio de Santo Domingo intervenga directamente”, agregó el dirigente.

Carlos Cevallos, morador, dijo que con las lluvias los problemas se han empeorado.

“Realmente todo empezó desde el momento que construyeron el sistema, porque la primera tubería era más grande y no había problemas, luego colocaron la segunda tubería, que era de menor diámetro, y todo colapsó y se taponó”, explicó.