Según investigaciones policiales, Suárez habría cometido varios ataques contra algunos familiares y su pareja de aquel entonces. 

En marzo del 2018, el hombre habría vertido veneno a un pozo de agua de donde se abastecían sus parientes, quienes quedaron con problemas de salud.    

En agosto de ese mismo año tuvo discusión con su pareja, a quien presuntamente  atacó con un destornillador, causándole 16 heridas en diferentes partes del cuerpo. Luego se dio a la fuga.

La víctima denunció la agresión en la Fiscalía como intento de femicidio, indicó Fraissl.

Le lanzó piedras. Al enterarse que estaba siendo requerido por la Fiscalía para una audiencia de formulación de cargos, el sujeto, de 36 años, retornó esta semana al recinto Los Cerritos donde, presuntamente, le reclamó a su expareja por la denuncia que había puesto en su contra. 

Allí la habría apedreado para intimidarla, agregó el uniformado de la Dinased. 

En su defensa salieron su exsuegro y sus excuñados, quienes lo agredieron con machete y cuchillo hasta dejarlo, indicó la Policía.

El cuerpo de Suárez quedó tendido entre el lodo y la maleza; los comuneros lo cubrieron con una funda de color negro hasta que llegó la Policía a hacer el levantamiento del cadáver.

La Fiscalía de Urdaneta notificó a los tres sospechosos del asesinato para que mañana se presenten a rendir sus versiones sobre el hecho de sangre.