Ahora nos toca a nosotros decidir, nos toca escoger, y debemos hacerlo con responsabilidad, con cordura, con inteligencia; pero sobre todo pensando en nuestras futuras generaciones, que no merecen un error nuestro más al elegir. Nuestra esperanza es el sistema democrático que vivimos y que nos permite decidir con libertad quienes nos representen y quienes deberán ser nuestras autoridades; aunque a veces “nos hacen la jugada en el consejo electoral”, por ello también, debemos cuidar nuestro voto, para defender  la decisión mayoritaria que nos permite asegurarnos que éste fue respetado y saber que el ganador es quien realmente obtuvo la mayoría de la votación.

Que en  nuestra decisión al elegir haya un solo ganador, y que ese sea el pueblo, los ciudadanos que necesitan cambiar su nivel de vida, que necesitan tener una esperanza en su autoridad, que saben que el desarrollo de un pueblo se debe a la capacidad de trabajo y de gestión que tenga su administrador. Por ello desnudemos en estos días que aún faltan para ir a votar, al candidato en todo su entorno, personal, social, profesional, moral, económico, para saber de dónde viene y hacia dónde va;  que podamos confiar en su propuesta más allá de toda la promoción que hizo en campaña. 

Entonces, al elegir el alcalde, el prefecto, los concejales, los miembros de las juntas parroquiales, tengamos la seguridad de que nuestro voto está siendo bien dirigido, porque  no debemos permitirnos más errores ni improvisaciones.

Así mismo, elegimos consejeros al CPCCS, una elección concebida con errores, desaciertos y con una cantidad de candidatos que aun no entiendo cómo han sido calificados y participan en ese listado; pues a diferencia de los candidatos de las elecciones seccionales, cuyos requisitos son ser ecuatoriano y mayores de 18 años, en esta elección al CPCCS, los candidatos han sido calificados y de una gran lista de requisitos que debían cumplirse, tamizaron y hoy quienes participan son los que, dicen, cumplían con todos los requerimientos. 

Sin embargo, analizando e investigando quienes son (porque para casi toda la mayoría de los ecuatorianos son casi desconocidos) nos encontramos con funcionarios de administraciones públicas de gobiernos censurados, ex candidatos o políticos de diferentes tiendas políticas. Entonces ¿por quién votar? Y allí es donde yo me pregunto ¿tendrán razón quienes promueven el voto nulo en esta elección al CPCCS?

En tal caso, aún estamos a  tiempo de hacer las cosas bien, y que la mayoría decida por lo mejor.