Pero, la que más recuerda ocurrió en el mes de marzo del 2018.

Señala que en uno de los recorridos habituales, realizados en la madrugada, el ECU-911 alertó a los policías de un supuesto robo a domicilio.

Varios agentes que estaban cerca avanzaron hasta el lugar donde se encontraron con los individuos vestidos de policía.

Inmediatamente los delincuentes empezaron a disparar. Las balas ‘silbaban’ cerca de ellos.

“Todo ocurrió aproximadamente a la 01h00”, dice Sánchez, quien en este entonces tenía pocos días de haber llegado a Crucita.

 

Persecución. Enfrentar esta balacera fue el “recibimiento” que le dieron en su nuevo trabajo.

Sánchez recuerda que el equipo donde él se movilizaba estaba en Las Gilces.

Tras la alerta, de inmediato se trasladaron al sitio para ayudar a sus compañeros.

Pero al llegar al lugar, los ladrones los recibieron a balas.

“Al otro vehículo policial le dispararon una llanta y no podía hacer la persecución, por eso nosotros la hicimos, fueron cinco minutos intensos”, dice Sánchez, quien indica que la escena tuvo similitud a las películas de Hollywood. 

“Los delincuentes se escabulleron por una guardarraya, dejaron el carro botado y salieron corriendo”, dice Sánchez. 

Tras la huida llamaron a las unidades especiales para recoger las evidencias en el vehículo. 

Al final no lograron detener a nadie, pero el caso se investiga.

Sánchez explicó que su labor es arriesgada, pero emocionante.