El juego de cartas es tan común en este sector, perteneciente a la cooperativa Santa Martha, que problemas como el mal estado de las calles, entre otros, quedan a un segundo plano.
Fanny Jaya tiene su casa a un costado de la calle y todas las tardes se reúne con sus amigas para una “partida”.
La moradora asegura que a su barrio le falta de todo: calles, alcantarillado, bordillos, aceras, seguridad, “pero pese a todo lo negativo sacamos algo positivo jugando cartas”.
Alegres. Estela Martínez tiene 34 años y asegura que siempre han gustado del juego de naipes.
“Nos divertimos en familia y con los amigos. Sin embargo, siento pena por lo que pasa en la cooperativa, pues casi no es tomada en cuenta por las autoridades”, indicó.
Martínez asegura que a sus vecinos los caracteriza la alegría, porque a pesar de las necesidades que hay en el sitio siempre están contentos y optimistas.
Iván Camacho, quien lleva más de tres décadas viviendo en este sector, asegura que “lo único que aquí ha crecido es la vecindad, pues las obras no llegan”.
En invierno es cuando más se nota los daños en la calle principal.